Hace tan sólo una semana escribíamos un post tituado «Yo no he venido al mundo a hacer esto, ¿y tú?
Y empezaba así:
“Se dar un 10 pero tengo que dar un 5, porque sólo así gano concursos públicos.
Esto es lo que tenemos que pensar antes de plantearnos hacer un proyecto educativo si queremos ganar un concurso público. Esto es lo que le vamos a tener que enseñar a nuestros hijos. Esto es lo que vamos a tener que pedirles a nuestros colaboradores y empleados: “Sed mediocres por favor. O sed buenos y haced horas extra para dar mejor servicio, pero porque queréis ¿eh? no pretendáis cobrar por ello, porque aquí hay que ser el más barato!”
No estamos ante una crisis económica, no, sino ante una crisis de valores en la que el centro de todo ya no son las personas, sino el dinero… y como estamos en crisis, todo vale.
Aquí va una reflexión, o una crítica al sistema, porque, ¿realmente nos hemos parado a analizar el sistema y las reglas del juego con las que jugamos? Esto no es una crítica a los ayuntamientos, ni a los políticos, ni a los técnicos, ni a la competencia… es una reflexión dirigida a todos en general, porque no estaría de más pararnos por un momento a pensar hacia dónde vamos. Y vaya por delante que no nos gusta dar una visión pesimista ni del sector, ni de la comarca, puesto que nos gusta ver la vida con buenos ojos, pero nos hemos cansado de romper la cabeza siempre contra la misma pared…»
Pero hoy 29 de mayo de 2018 la historia ha cambiado y escribimos esto:
«HOY SOMOS FELICES porque hay una muuuuuuuuy buena noticia para el sector y para nuestra comunidad de monitores y monitoras. Y porque las 48 horas que pasamos en Gandarío el pasado mes de octubre defendiendo precisamente esto, han dado sus frutos.
CAMPEONES Y CAMPEONAS, HOY HEMOS EMPEZADO A GANAR LA BATALLA!!!
Si la semana pasada escribíamos un post para quejarnos justamente de esto respecto a los concursos de las entidades locales, hoy creemos que hay esperanza porque por primera vez en la historia han quedado desiertos 10 lotes de campamentos de verano en su mayoría porque las empresas no cumplían con las especificaciones relacionadas con las condiciones laborales de los monitores. Por fin un concurso valora estas cosas y se fija en lo realmente importante. POR FIN TODAS LAS EMPRESAS JUGARON EN LA MISMA LIGA!!
Nuestro aplauso y reconocimiento a la Consellería de Xuventude por marcar un hito que cambiará el rumbo de las cosas. Nuestro aplauso y reconocimiento a todas las personas (pocas pero muy cabezonas) que creíamos que esto era posible, y lo hicimos posible»
Os dejamos el resto del post publicado antes de que tuviera lugar este hito (aunque nos alegramos enormemente de haber tenido que cambiarlo!!) porque estamos seguros que tras la administración autonómica se irán sumando las entidades locales a este cambio:)
Ya hemos perdido la cuenta de la cantidad de concursos públicos que hemos perdido siendo el proyecto con mayor puntuación técnica. Estamos hablando de los campamentos urbanos de conciliación que sacan los Ayuntamientos en Navidades, Semana Santa y Verano, y otros proyectos educativos que salen a concurso público. Es decir, que muchas veces presentamos el mejor proyecto de entre 10-12 empresas de dentro y fuera de la comarca, pero no ganamos. La mayoría de las veces perdemos porque el único criterio a valorar es el precio y simplemente gana el más barato (a veces el temerario), a veces perdemos por 0.50 € de diferencia, otras veces por más o por menos… otros los ganamos apretados, muy apretados, nosotros y los empleados… el caso es que ya no recordamos haber ganado un concurso a un precio digno. Y esto, por supuesto, nos ocurre a nosotros y a más empresas. A todas las que pretendemos hacer las cosas bien, por cierto.
Y cómo estamos en crisis, viva la crisis!! Vamos a trabajar a cualquier precio, que así por supuesto que no vamos salir de ella.
Y por si ya no estamos bastante aplastados en la comarca de Ferrol, vienen a ganar los concursos empresas de fuera, mientras que otras zonas no nos dejan entrar a las de fuera porque protegen a las suyas. Vivaaaa otra vez! Yo creo que así sí que vamos a superar la crisis permanente que asola la comarca desde tiempos e María Castaña.
Y la crisis sirve para todo:
- Para justificar que los contratos se adjudiquen una y otra vez a la empresa más barata. Da igual la razón por la que es la más barata (porque esto no se controla), da igual que el más barato venga de fuera, da igual que para ser el más barato no se destinen recursos al proyecto, mientras nadie proteste, todo da igual.
- Para exigir, exigir y exigir sin tener en cuenta el coste. A veces cambia la cosa y nos ponemos en el otro extremo: “Házmelo barato, pero házmelo bien”. Y salen unas fórmulas de lo más variopintas que tampoco ayudan, porque queremos buenos profesionales, queremos recursos, y queremos mejoras (es decir, aportar trabajo gratis), pero el precio siempre es determinante.
En el primer caso el “házmelo bien” ya ni cuenta, en el segundo me exprimo hasta que no puedo más… No sé qué prefiero.
Hablemos claro:
En una empresa de servicios, cuando se baja el precio sólo se puede quitar de 3 sacos:
- Del saco de los empleados: apretarles hasta que no puedan más. No queremos.
- Del saco del beneficio de la empresa. El proyecto deja de ser viable y se hunde. No queremos.
- Del saco de los recursos, bajando la calidad. No queremos.
Pues no queremos!
No queremos provocar fuga de talento, porque la gente quiere cobrar dignamente por su trabajo, y si no lo consigue se va al extranjero o se cambia de sector, es decir, se va a realizar un trabajo que no le gusta pero en el que no ocurren estas cosas.
No queremos explotarnos a nosotras mismas, porque nosotras también trabajamos y comemos.
No queremos dejar a nuestra empresa sin recursos, porque no seríamos responsables con todas las personas que dependen de ella para vivir.
No queremos realizar servicios sin medios, de baja calidad.
No queremos, no queremos, no queremos, no queremos=perdemos, perdemos, perdemos, perdemos.
Pues perdemos! Ya estamos perdiendo!!
Pero no nos olvidemos de una cosa: aquí, a largo plazo, perdemos todos.
Y de quién es la culpa? De la crisis?
La crisis es la disculpa.
Y ahora sería muy fácil decir que la culpa es de los políticos, o de los técnicos,… Pues yo creo que ha llegado la hora de mirarnos el ombligo y de no echar balones fuera: aquí mucha parte de la culpa es nuestra, de las propias empresas, por entrar en ese juego. Por jugar al come cocos con nuestro futuro, por no respetarnos a nosotros mismos, por jugar al “yo bajo, y yo bajo más, y yo también, y yo ya pierdo dinero pero me da igual”, por no unirnos y no hablar.
Y las escuelas de Tiempo Libre… las que construyen o deberían de construir el sector… las que manejan la cantera de monitores y monitoras, las vemos, en general y salvo excepciones, poco preocupadas por este tema. Tan poco preocupadas que algunas son las que ofrecen precios temerarios contra los que luego tenemos que competir las empresas. Estamos en el mundo al revés!
La mayoría de los ayuntamientos no están cómodos con estas políticas, pero tienen las manos atadas. Ninguna empresa puede trabajar cómoda ni ofrecer calidad con estas políticas, pero es lo que hay. Los trabajadores no pueden trabajar cómodos ni aspirar a nada con estas políticas, pero no tienen opción.
No podemos consentir que el sistema premie la mediocridad, porque se trata del bienestar y de la Educación en el Tiempo Libre de nuestros hijos, se trata de crear empleo de calidad, se trata de jugarnos el futuro de un sector brillante, y todo esto es algo muy serio.
Y luego existe la creencia de que los empresarios son egoístas. Igual el empresario “Paco” que tú conoces sí es egoísta, pero en este mundo hay que ser muy generoso para ser capaz de aportarle valor a la sociedad con tu actividad profesional, hay que ser muy generoso para conseguir que los empleados den lo mejor de sí a tu empresa, y hay que ser muy generoso con los clientes para permanecer en el mercado. Está claro que estamos asistiendo al nacimiento de una nueva era empresarial o a un GRAN RESET en el que se ha reseteado el modo de hacer negocios. Estamos en la era en la que sin generosidad es imposible triunfar como emprendedor, pero ¿dónde está el límite?
Aspirar a vivir de nuestro trabajo con dignidad dedicándonos e aquello para lo que tenemos talento y formación es lo único que pretendemos, y esto últimamente nos está costando lograrlo, aún presentando los mejores proyectos.
Esto no es justo y nos pasa a muchos ¿Hacemos algo compañeros?
#yonohevenidoalmundoahaceresto
#trabajocondignidad
#hagamosalgo
#unamomos